Por Andrés Zaglul
Alberto Ortiz, ex-alumno del Colegio Loyola de Santo Domingo, de nacionalidad colombiana y residente desde el 1980 en su país natal, informó a los amigos de su promoción, que para celebrar sus 60 años, iba a sembrar un bosque Miyawaki en la parte trasera del jardín de su casa, en Bucaramanga, Colombia. Al oír esto, muchos de sus compañeros se entusiasmaron, decidiendo entre ellos que en vez de cada uno sembrar un Bosque Miyawaki, se reunirían todos y sembrarían un bosque de mayores dimensiones aunando sus esfuerzos. Ya Alberto, había explicado las bondades del bosque Miyawaki (ser 10 veces más rápido en su crecimiento y tener 100 veces mayor biodiversidad que una reforestación convencional), eso tenía todavía más entusiasmados al grupo.
El siguiente tema era, encontrar el lugar apropiado para hacerlo. Ramón Luna, compañero de la promoción, propuso consultar al viceministro de Áreas Protegidas del Ministerio de Medio ambiente, para ver lo que él opinaba de este plan, y si tendría alguna sugerencia sobre el lugar donde se podría desarrollar. El resultado fueron varios intentos donde se planteaba recuperar áreas potenciales para parques urbanos y semi urbanos, pero en todos los casos, se tenía la problemática de la inseguridad del futuro del bosque a futuro. No había claridad en ninguno de los lugares analizados, de que se podría mantener la zona intervenida sin cambios por lo menos en los próximos 50 años. Todos los terrenos que se ponderaron tenían, además, problemas de titularidad.
En este proceso, que duró más de 5 meses, se estuvo conversando con varias personas ligadas al medio de la conservación ambiental. Luis ¿? nos puso en contacto con Nelson Bautista, quien es el Secretario Ejecutivo del Consejo de Administración del Jardín Botánico de Santiago. Coordinamos una visita al Jardín Botánico de Santiago para hablar con él. Luego de la visita, en una llamada telefónica le propusimos a Nelson la posibilidad de realizar el Bosque Miyawaki en los terrenos del Botánico. La respuesta fue positiva y luego sólo quedaba localizar el lugar apropiado para hacerlo. En otra visita se analizaron varios lugares y tomamos la decisión de hacerlo en el que tenía las mejores condiciones para nuestro propósito.
El Jardín Botánico de Santiago, se encuentra ubicado en lo que antiguamente había sido un intento fallido del gobierno dominicano, de desarrollar un proyecto habitacional. Sus calles estaban trazadas, su terreno había sido deforestado por antiguos ocupantes invasores, y por el proceso de preparación de los terrenos para el proyecto habitacional. Todo el suelo orgánico, prácticamente había sido retirado, y el terreno había sido compactado. En un proceso de más de 5 años, los desarrolladores del Jardín Botánico de Santiago han logrado reforestar parte de esos terrenos, y han hecho maravillas con los pocos recursos que han contado. Entusiasmados por el trabajo que sus administradores habían realizado, y animados por un equipo de personas trabajadoras y dinámicas que manejan el Jardín Botánico de Santiago Profesor Eugenio de Jesús Marcano, no nos quedaron dudas de lo idóneo de nuestra decisión. Nuestro Bosque Miyawaki había encontrado su casa.
Excelente artículo. Falta sólo poner el apellido de Luis Álvarez. Una persona que fue clave en todo este proceso de la selección del lugar.